Inflación España 2024

Inflación en España 2024: Aumento de los Impagados y Disminución del Poder Adquisitivo

Inflación en España 2024 es uno de los términos económicos más buscados del año, y no es para menos. Tras un periodo de relativa estabilidad en 2023, el presente año ha traído consigo nuevas tensiones en los precios que afectan tanto al bolsillo de los consumidores como a las estrategias de las empresas. Desde la subida de los carburantes hasta el encarecimiento de servicios básicos y productos alimentarios, la inflación se ha convertido en un factor clave para entender el comportamiento del mercado. En este artículo analizamos los principales datos, las causas detrás del aumento de precios y qué se espera de cara al cierre del año y el comienzo de 2025.

Evolución de la inflación en 2024

Durante el año 2024, la inflación en España ha mostrado una tendencia variable, con altibajos que han generado cierta incertidumbre en los mercados y en el consumo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de variación anual del IPC en diciembre de 2024 fue del 2,8%, cuatro décimas superior a la del mes anterior. Este aumento se debió principalmente al encarecimiento de los carburantes y, en menor medida, a los precios de ocio y cultura, especialmente durante el periodo navideño, cuando se incrementó el gasto en viajes, espectáculos y hostelería.

En términos mensuales, el IPC aumentó un 0,5% en diciembre, lo que llevó la inflación acumulada en 2024 al 2,8%. Esta cifra refleja una presión moderada pero constante sobre los precios, lo que ha obligado a muchas familias a ajustar sus presupuestos y ha influido también en las decisiones de política monetaria por parte del Banco Central Europeo.

Factores que han influido en la inflación

Varios factores han contribuido a la evolución de la inflación en España durante 2024:

  • Energía: El aumento de los precios de los carburantes ha sido uno de los principales impulsores de la inflación, especialmente en los últimos meses del año.
  • Ocio y cultura: Los precios de los paquetes turísticos y otros servicios relacionados con el ocio han experimentado incrementos significativos, contribuyendo al alza del IPC.
  • Alimentos y bebidas no alcohólicas: Aunque con menor impacto que en años anteriores, los precios en esta categoría han seguido una tendencia al alza, afectando al poder adquisitivo de los hogares.

Previsiones para 2025

De cara a 2025, las previsiones apuntan a una continuación de la senda descendente de la inflación. La CEOE prevé una inflación promedio del 2,7% para 2024, lo que refleja una ligera moderación respecto a años anteriores, y anticipa que esta tendencia continuará en 2025 si las condiciones económicas se mantienen estables. Esta desaceleración es vista con optimismo tanto por consumidores como por empresas, ya que podría traducirse en una mayor estabilidad de precios, recuperación del poder adquisitivo y mejora de las condiciones de financiación.

Sin embargo, estas proyecciones están sujetas a varios factores de incertidumbre, como la evolución de los precios de la energía, especialmente del petróleo y el gas, las políticas monetarias que adopte el Banco Central Europeo —que podrían afectar el coste del crédito—, y las tensiones geopolíticas que aún persisten en regiones clave para el comercio global. También influirá la evolución de la inflación subyacente, que excluye elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos, y que suele marcar tendencias más estructurales del comportamiento de los precios.

Impacto en los consumidores y la economía

La inflación afecta directamente al poder adquisitivo de los consumidores, ya que reduce la capacidad de compra de los ingresos. Cuando los precios suben, el dinero alcanza para menos, lo que obliga a muchas familias a recortar gastos, priorizar necesidades básicas y aplazar decisiones de consumo importantes, como la compra de vivienda o vehículo. Además, la inflación puede influir significativamente en las decisiones de inversión y ahorro, ya que reduce la rentabilidad real de los depósitos bancarios y otros productos financieros si no están correctamente ajustados. También tiene un impacto en las políticas salariales, generando presión para revisar los sueldos, y en las medidas fiscales que adopten los gobiernos para compensar los efectos económicos.

Para las empresas, una inflación elevada puede aumentar los costes de producción, especialmente si afecta a materias primas, transporte o energía. Esto puede reducir los márgenes de beneficio y obligar a tomar decisiones complejas como la subida de precios, la renegociación de contratos o incluso la revisión de plantillas. En sectores sensibles al precio, como la alimentación o el comercio minorista, los efectos pueden ser especialmente visibles. Además, una inflación persistente dificulta la planificación estratégica y aumenta la incertidumbre en el entorno empresarial. En este contexto, contar con servicios especializados de recuperación de impagos y gestión financiera como los de ASSIS puede ser clave para mantener el equilibrio de tesorería, anticiparse a posibles tensiones de liquidez y garantizar una respuesta eficaz ante entornos económicos inestables.

Impacto en los consumidores y la economía

La inflación en España 2024 ha mostrado una tendencia ascendente en los últimos meses del año, cerrando diciembre con una tasa del 2,8%. Aunque las previsiones para 2025 apuntan a una moderación de los precios, diversos factores podrían influir en la evolución futura de la inflación. Es fundamental que tanto consumidores como empresas se mantengan informados y tomen decisiones financieras prudentes para adaptarse a este entorno económico cambiante.